lunes, 17 de marzo de 2014

Estaciòn Paranà (F.C.G.U.)

"Su magnificencia esta alli latente, luego de recorrer medio pais la encontramos, bastante recuperada y con servicio ferroviario que no llega a ser ni la sombra de los que supo ser en su epoca de oro...."




Fotos: Marzo 2014 - Caccioladesigns - Todos los derechos reservados.





La Estaciòn de ferrocarril de la ciudad de Paranà, Provincia de Entre Rios, Argentina. del viejo F.C.G.U. (Ferrocarril General Urquiza).

Evolución de la Estación de trenes de Paraná:

Una estación de trenes es el rostro visible de un universo crecido en torno a unas vías. Viajeros, maletas, cochemotor, boleteros, ventanilla, obreros engrasados y despedidas. Un lugar intensamente humano.
En Paraná, la instalación del ferrocarril comenzó a diseñarse cuando la ciudad recupera la jerarquía de capital de provincia en 1883. Todo era promesa de crecimiento.
Bajo el mandato de Eduardo Racedo, en el mes de julio de 1885 comienzan los trabajos de instalación del ferrocarril, y dos años más tarde, el 16 de mayo de 1887, el tren transportaba los primeros pasajeros, en un tramo que unía Paraná con Nogoyá. Era un día de júbilo, con suficiente motivo para festejar.
La presencia del ferrocarril influyó de tal modo en la economía de la provincia como la estación de trenes lo hizo en su entorno más inmediato. La estación fue la simiente que dio lugar a un barrio de clase media trabajadora, termómetro de los vaivenes políticos y sociales que marcaron la historia moderna argentina.



Aunque no puede precisarse la fecha exacta de esta fotografía si puede saberse que la estación se inauguro y habilito el 20 de Junio de 1887 uniendo las ciudades de Paraná, Nogoyá y Rosario del Tala.
puede verse  claramente el antiguo diseño de la estación:  fachada con dos torres y andén mas corto. Exactamente igual a la estación de C. del Uruguay.


Fachada principal de la estacion Parana


La línea fue inaugurada en la gestión de Gobierno del General Eduardo Racedo en 1887, por la ley del 12 de junio de 1883, en tres tramos. Primeramente la traza "Bajada Grande - Nogoyá" (126 Km), luego "Nogoyá - Rosario del Tala" (69 Km) y finalmente "Rosario del Tala - Concepción del Uruguay" (90 km), que en total conforman los 287,98 km de vía del Ferrocarril Central Entrerriano.
Racedo, contrata la construcción de un ferrocarril de trocha media que uniera las ciudades de Paraná y Concepción del Uruguay cruzando de oeste a este la provincia.
El 4 de febrero de 1884 se contrata con Lucas González y Cía., la construcción de la sección Paraná - Uruguay.
Los trabajos comienzan el 9 de julio de 1885, librándose al servicio público a partir del 6 de mayo de 1887.
Esta línea fue el Ferrocarril Central Entrerriano (transferida en 1892 a "The Entre Ríos Railways Company Ltd.") que vincularía entre sí a varios pueblos del interior de la provincia.
Puede afirmarse que El Central Entrerriano ha sido una de las más grandes obras para el progreso de Entre Ríos.



Las dos unicas boleterias.


Coche motor Materfer.


El viejo anden que tantos pasajeros y trenes a vapor supo recibir




Hermosa construccion que todavia expone a sus visitantes.



Vieja vaporera expuesta en la playa de maniobras junto a viejos matafuegos y ganchos de viejos vagones de madera.
Al fondo se puede apreciar otro coche motor Materfer donde se lo revisa y repara.


Horarios y servicios actuales.


La sala de espera para los pasajeros totalmente reacondicionada y puesta en servicio con viejos asientos de coches larga distancia.


Detalle de lo bien que se hacian las cosas antes....las columnas de la galeria del anden principal.


Alla a lo lejos los viejos galpones, y a la izquierda se visualiza timidamente el coche motor fabricado por Tecno Tren.


Una vieja y restaurada palanca de cambio y desvio en cercanias a la estacion.


Una de sus dos boleterias, èsta que es la de la derecha sin uso.


Servicio actual.


Servicio actual.


Servicio actual.


 Servicio actual.


La boleteria en estado original felizmente en funcionamiento.


Detalle de la galeria de entrada a la estacion.

Con el nacimiento de la terminal ferroviaria, el sector sur de la ciudad concentró el interés de los paranaenses y se convirtió en una zona atrayente. Esto queda patentizado el 1 de noviembre de 1888, cuando se inaugura un servicio de trenes de recreo entre la Estación Central y Bajada Grande. Era el paseo obligado de domingos y feriados.
Fue precisamente en ese sitio donde los paranaenses tienen su primer encuentro con el alumbrado a gas. El 25 de mayo de 1890, la estación se vistió de luces: un centenar de faroles en su frente sacó brillo al lugar y terminó consagrándolo como uno de los puntos más visitados por los habitantes de una ciudad que asomaba sorprendida a los adelantos que ofrecía la cercanía del siglo veinte.
El edificio de la estación central era verdaderamente imponente. El 1 de febrero de 1892 la compañía británica que construyó el ferrocarril se hizo cargo del servicio. El Ferro Carril Central Entrerriano, bajo la órbita del Estado provincial, pasa a manos inglesas y se convierte en la compañía Entre Ríos Railways.
Con el inicio del siglo veinte, los ingleses deciden realzar el edificio del ferrocarril y disponen cambios notables en su arquitectura.
Carlos Waigandt, ferroviario jubilado que dedicó varias décadas a rescatar historias y objetos relacionados con el ferrocarril entrerriano, posee un escrito en el que se describe con detalles cómo era la vieja estación de trenes.
“El edificio consiste en un cuerpo central de dos pisos con dos torres o miradores y dos alas laterales de un solo piso, todo con techo de azotea”, dice el inventario fechado en 1891.
Waigandt pudo determinar que los miradores fueron demolidos pero que el resto del edificio aún se mantiene intacto por dentro, con sus líneas originales. Los ingleses levantaron un nuevo frente que no reemplaza al viejo, sino que lo envuelve. La nueva cara de la estación sumaba detalles más finos, a tono con la arquitectura señorial inglesa que mantiene hasta nuestros días.
En 1901, la comunidad británica donó a la Municipalidad la fuente emplazada frente a la estación, sobre el bulevar Racedo. El farol original de la fuente era una reproducción de la corona de la Reina Victoria de Inglaterra. Ese detalle se perdió en la oscuridad de una noche, y el lugar fue ocupado por un farol de líneas cuadradas que es el que se puede ver actualmente.

 Cincelado por los avatares políticos, el barrio también sufrió sus mutaciones. “Esta fue una zona de mujeres católicas, con maridos socialistas y radicales, muchos ateos o librepensadores. El ferrocarril estaba poblado de anarquistas, socialistas y radicales. Conservadores no había ninguno más que algún personal jerarquizado. Todos los socialistas se hicieron peronistas, igual que la mayoría de los comunistas o anarquistas”, cuenta el ex senador nacional y dirigente radical Luis Brasesco, tercera generación de vecinos que habitan el barrio desde 1895.
El ferrocarril fue un gran aglutinador de gente, generador de una comunidad cosmopolita que albergó a italianos, españoles, árabes, judíos, ingleses. En sus manzanas convivieron diversos cultos: musulmanes, israelitas, católicos, protestantes, de cuyos templos todavía existen algunos en esa zona.
En un terreno lindante al ferrocarril, sobre calle Pronunciamiento, los ingleses jugaron al fútbol y lo hicieron conocido en Paraná. De los picados entre gringos y criollos nació la semilla que dio origen al Club Talleres, que terminó por instalarse a lo grande en los galpones de la terminal de tranvías, en la actual esquina de Feliciano e Yrigoyen.
El mercado Sud, la cervecería Quilmes, la Plaza Sáenz Peña como punto de encuentro, el Hospital de Caridad, los cuarteles, los prostíbulos de la zona sur, sumaron vida, a lo largo del siglo veinte, a este lugar atravesado por el ruido de locomotoras.
El 31 de diciembre de 1992, el pito de la estación sonó más triste que nunca. El jefe de estación de turno, Antonino Gutiérrez, hacía algo más que cumplir con los trámites de rutina: despedía a los pasajeros y consolaba a las personas ahogadas por una nostalgia prematura. Ese día, a las tres y cuarto de la tarde, el tren de pasajeros salió por última vez. Era el comienzo de una amarga agonía para el barrio de los obreros.

lunes, 3 de marzo de 2014

Estacion Once y su Hall central

La magnifica......

Fotos: Caccioladesigns - Todos los derechos reservados.

Una pasada mas como de costumbre por esta magnifica estacion que muchos ignoran su historia diariamente...
Me puse mas detallista ese dia, y me dio curiosidad que habia dentro, en sus entrañas, de como seria su diseño por dentro....
No esperaba encontrar semejante belleza, y ahi estaba......

Once de Septiembre es una de las tres más importantes terminales ferroviarias de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Inaugurada el 20 de diciembre de 1882, está ubicada en el barrio de Balvanera en inmediaciones de la Plaza Miserere. Denominada comúnmente Once, su nombre conmemora el 11 de septiembre de 1852, día de la rebelión de la provincia de Buenos Aires contra el gobierno federal y posterior secesión de la Confederación Argentina. 

De estilo neorrenacentista, la estación Once fue construida por el arquitecto holandés John Doyer (1862-1939) entre los años 1895 y 1907. En 1972, se realizó una reforma en medio del hall central: las naves metálicas que techaban los andenes fueron destruidas con buena parte de los muros exteriores y una construcción típica de esa década partió en dos las líneas del edificio. 

La estación cambió su nombre a 1 de Marzo en 1951, en conmemoración de la nacionalización de los ferrocarriles ocurrida en el año 1948. En 1955, tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno peronista, volvió a su nombre anterior.


Vieja postal del edificio a principio de siglo XX.


En su interior lo primero que encontramos es esta impactante escalera que domina la sala.


La carpinteria, sus ventanales y techo son originales.




Lo que queda de sus epocas de oro, aqui estaban todas las oficinas de telegrafo, encomiendas, etc....muchos trabajadores que se comunicaban con las estaciones mas lejanas....



Todavia queda ese reloj de diseño ingles que tantas horas supo dar.





Lo mas impresionante es esta pintura, que orgullosamente corona el hall....los primeros pasos del ferrocarril en la Argentina con la Porteña.



Viejos ascensores que han sido algo modernizados peor todavia mantienen su encanto....


El detalle de la salivadera con la inscripcion F.C.O.

Según cuenta el arquitecto Ernesto Reyna Morgan en la colección Patrimonio Argentino, editada por ARQ, en 1896 se inauguró sobre Bartolomé Mitre y la avenida Pueyrredón un pequeño edificio, compacto, con frentes simétricos, con un patio central coronado por una claraboya de vidrio a cuatro aguas. Lo proyectó un arquitecto holandés, Juan J. Doyer, y su destino fue el Edificio de Pasajeros. Pocos años más tarde (1899) se lo replicó volumétrica y estilísticamente en la otra esquina de Pueyrredón, para que funcionara allí la Bolsa de Cereales. Aún puede verse sobre su fachada el busto de Mercurio, alusivo a la actividad original del inmueble.

Pero lo más curioso es que en el año 1907, para ampliar nuestra conocida Terminal de Once de Setiembre, el mismo Doyer decidió unir los dos edificios existentes, el de Pasajeros y la Bolsa de Cereales, con un volumen más alto. El esquema compositivo utilizado por el arquitecto holandés reprodujo el esquema del Edificio de Pasajeros original: dos cuerpos iguales a los costados y en el eje de simetría otro más alto e importante, una estrategia similar a la que utilizó en 1898 Francesco Tamburini, como ya describí en esta columna (ver “La Casa Rosada es asimétrica” en arq.clarin.com), cuando por pedido de Julio A. Roca unió a través de una gran arcada el Palacio de Correos y Telégrafos con el de Ministerios para darle forma a la actual Casa Rosada.



Estaciòn Altamira

Altamira...

Escondida entre las malezas aparece esta estaciòn llena de secretos por contar.....

Fotos: Caccioladesigns - Todos los derechos reservados.

Una lastima que, al llegar a lugar las personas que la usurpan echan y tratan muy mal a los visitantes que quieren fotografiarla o se hacercan a ella....por eso solo hemos podido tener 3 fotografias que son igualmente valiosas.


La estación se encuentra en un estado deplorable, usurpada por gente agresiva en la actualidad que no deja entrar al predio.
Su ubicación se dio en una zona de quintas, que tuvo un importante auge económico a partir de la llegada del tren.

Altamira es una estación de ferrocarril ubicada en el Partido de Mercedes, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Fue construida por la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires en 1908, como parte de la vía que llegó a Rosario en ese mismo año.
Actualmente, la estación se encuentra ocupada por particulares y no se permite el acceso a la misma.

Fue habilitada para pasajeros, cargas, encomiendas y telégrafo. Varios metros delante del edificio principal se encontraban los cambios de vía para acceder al Intercambio Altamira, el cual permitía a la CGBA el intercambio de cargas con el Ferrocarril Oeste en vias paralelas a la Estación Mercedes. Estas vias actualmente se encuentran levantadas.
La estación cuenta con su galpón, muy cuidado y aún conservando su nombre en una de sus paredes laterales.
A pocos metros de la estación durante muchos años funcionó una fábrica de cerámicas que llegó a ocupar cerca de 100 operarios. El cierre de la misma sumado a la ausencia del tren fueron un duro golpe para este lugar del interior bonaerense. Es actualmente un lugar para recomendar ya que por su historia es digno de visitar. Un lugar en el mundo donde encontrará toda la paz para distenderse en un día que será inolvidable en su vida.


Estaciòn Cucullù

La pequeña de las pampas....

Fotos: Caccioladesigns - Todos los derechos reservados - 2012

Cucullu se encuentra ubicado en el Partido de San Andrés de Giles, su historia en los inicios se emparenta con la actividad agropecuaria y ferroviaria. Precisamente Don Juan Simón Cucullu y Arrante capitán de navío mercante español dueño de las tierras dona una porción de las mismas para que en 1898 se construyera una estación para que se detuviera el tramway rural de los Hermanos Lacroze que desde 1887 recorría las vías desde Chacarita a Giles. Posteriormente y ya con un servicio impulsado por máquinas a vapor el trazado se extiende hasta Rojas y Cuatro de Febrero en la Provincia de Santa Fe.
El servicio de pasajeros a cargo del Ferrocarril General Urquiza en su sección Lacroze-Rojas se mantuvo hasta 1993 y la división cargas recorrió las vías hasta 1998, cuando no, año en que se cerró definitivamente el ramal. En la actualidad no existe ningún tipo de movimiento, las vías levantadas o tapadas por metros de maleza y las estaciones se encuentran casi en su totalidad intrusadas como ocurre con la de Cucullu.
Pido disculpas por no haber tomado fotos de la totalidad del edificio pero ocurre que cuando una instalación ferroviaria se convierte en improvisado garage de un taller, depósito, desarmadero ? y su predio playa de estacionamiento de camiones, la belleza de de la misma queda desvirtuada por esos objetos casi siempre impresentables que dispersan la atención.


Por suerte los nomencladores se encuentran en buenas condiciones como así también el edificio ocupado. En su sala de espera una pintura alusiva homenajea el centenario del edificio 1898-1998, y vaya paradoja, 1998 fue año de centenario y de muerte para la pequeña estación. 
Hoy dia esta usurpada...



Lo que queda de su predio ferroviario con el segundo anden central.


Hasta aqui se puede llegar a visualizar el anden principal.



Fachada principal.


Dependencia comvertida en un viejisimo vagon de carga.


Viejo poste telegrafico.




Nomenclador original y dependencia hoy utulizada como taller mecanico.



El anden principal de la modesta estacion que todavia conserva en perfecto estado su virgen de Lujan.


Entrada al pueblo...