Una historica, tanta historia tiene este edificio que se remonta a los inicios del ferrocarril en la localidad costera, los inicios de los ferrocarriles ingleses en la Argentina...
Fotos: CacciolaDesigns - Todos los derechos reservados - Abril 2014.
Luego de fundar Buenos Aires, en junio de 1580, Juan de Garay hizo uno de esos épicos viajes por tierras vírgenes del nuevo mundo y anduvo por la región donde hoy se levanta Mar del Plata y es fácil suponer que demoró varios meses en recorrer tan larga distancia, por lagunales y tierras desconocidas.
Pero en ese entonces el hombre, con su caballo, era el único portador de noticias. Constituía el medio de comunicación más eficiente y directo.
El padre jesuita, José Cardiel, escribió en su diario en el año 1747, todo el relato desde que salió de Buenos Aires, el 15 de marzo de 1747 y luego de caminar unas 100 leguas, llegó a la sierra del Volcán (Vuulcan), es decir, en la hoy Puerta del Abra. En este caso, la travesía, con varios acompañantes, se prolongó casi un año, contando solamente el viaje de llegada.
Juan Manuel de Rosas, en la incursión que hizo en el año 1825, al frente de hombres montados a caballo y tres carretas donde se llevaban los víveres, también anduvo cerca de esta zona.
El hombre, portador de comunicaciones o no, tenía solamente eso, el caballo.
Ya para el año 1860, cuando Patricio Peralta Ramos adquirió las tierras al portugués José Coelho de Meyrelles, funcionaba dentro del territorio costero de la provincia, un fluido servicio de mensajerías. Por lo menos para la época. Las empresas "Nuevas Peninsulares", "Españolas y Americanas", "Del Sur", "El Pescado", "La Unión Vascongada" y la "Nueva Unión", hacían difíciles trayectos.
En esas galeras y diligencias, se enviaban las cartas de un lado al otro y aún llevaban pasajeros. Es decir, cumplían exactamente su función de mensajería, origen del correo.
En alguno de los carruajes de las Mensajerías Generales del Sud, recorrieron leguas las cartas que Patricio Peralta Ramos remitía al Gobernador, interesándolo para que aquí fuera fundado un poblado.
La actual remodelacion: “Ya han quitado el torno a las vías, cabinas de señales, y otros elementos típicos del paisaje ferroviario, cuando en absoluto necesitaban su remoción y que, por el contrario, mucho hubiesen enriquecido al “no-lugar” dejado en Luro y San Juan. Ahora están dañando la imagen y la materialidad del edificio principal”
“Esta estación, hito en la historia de la ciudad, se encuentra declarada de Interés Patrimonial por el Municipio, y dentro del proyecto de la Estación Multimodal se había acordado su protección y su destino al Museo Ferroviario, con lo cual la construcción actual resulta desacertada desde la óptica de la preservación patrimonial pero tampoco es entendible desde lo funcional, habida cuenta del destino mencionado”
Lo que queda de las peredes externas originales.
Una obra de arte los soportes de lo que fue el techo del anden principal con el logo F.C.S.
Detalle de las laboriosas puntas de lo que fue el techo del anden principal.
A lo lejos saliendo de la estacion se divisa la "restauracion" del viejo cabin ingles.
Es original, de las salas de espera, se lo ve en muy buenas condiciones.
La sala de espera actual, habilitada para su uso de los pocos trenes que llegan.
A lo lejos en llos nuevos andenes se alojaba este vagon de cola que se lo veia en buen estado.
Todavia se usa el viejo carro maletero y detras el bebedero original de la estacion que dataa de 1883.
Detalles originales de la vieja estacion y de la mano inglesa.
Las inigualables columnas del viejo anden todavia lucen en la estacion Mar del Plata, de puro diseño y construccion ingles.
Del lado posterior se aprecia esta entrada pero con piso nuevo, nada acorde al diseño general de la estacion.
Alla a lo lejos podemos ver el unico galpon historico donde se reparaban las locomotoras a vapor que orgullosamente detalla su año de construccion por arriba de cara portal.....del año 1885 ni mas ni menos.
La nueva terminal con los nuevos andenes y techo, una mega construccion para alojar solo dos trenes semanales. Con diseño que no deja mucha identidad a las generaciones digamos....
En un extremo de la terminal de omnibus se pueden apreciar algunas dependencias ferroviarias de cuando operaba el F.C.S. hace mas de 100 años, lo que queda de ellas, hoy en dia viven algunas familias que sinceramente poco interesan conservar lo original de las mismas.
De todos los nombrados, el único medio de transporte de tan larga distancia en el año 1860 , eran los carruajes de las "Mensajerías Generales del Sud", que iniciaban el viaje desde la calle Potosí 269 de Buenos Aires. Pero a medida que se fue extendiendo el ramal del ferrocarril, primero hasta Chascomús, luego hasta Dolores y al fin con terminal en Maipú, el viaje en galera desde esta última población hasta el entonces pueblo de Mar del Plata, se hacía más accesible.
Sin embargo, bastante dificultoso le resultó al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, doctor Dardo Rocha, cuando en abril del año 1883, realizó una recorrida por esta zona. La galera zarandeó a Dardo Rocha de tal modo, debido a los huellones y lagunas del camino que habían ocasionado una gran lluvia.
Cuando el Dr. Dardo Rocha llegó por fin a Mar del Plata, no evitó una mención a su justificado cansancio. Eso fue oportuno y muy bien aprovechado por una comisión de vecinos, encargada de agasajarlo. Dardo Rocha recorrió el pueblo y se interesó vivamente por el panorama costero.
En uno de los banquetes que le ofrecieron, el Gobernador expuso sus puntos de vista sobre el porvenir de la localidad, que consideró grandioso. Comentó que a su regreso a La Plata, su primer acto de gobierno sería disponer los estudios para dotar a Mar del Plata de telégrafo, instalar una sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires y en lo que más insistió, fué que llamaría a su despacho al gerente del Ferrocarril del Sud, Guillermo Moores, para solicitarle la urgente prolongación del ramal ferroviario de Maipú hacia Mar del Plata.
Pero fue mas adelante y prometió al vecindario que si la empresa del Ferrocarril no accedía a realizar esa obra, él mismo la haría por cuenta del gobierno provincial. No hubo necesidad de esto último. El inglés Guillermo Moores, se comprometió a realizar los estudios del tendido de vías férreas antes de junio de 1884 y la gran noticia fue cuando dijo que el ramal entraría en servicio antes de finalizar el año 1886.
Y así fue. El 26 de septiembre de 1886, el primer tren inauguraba oficialmente la prolongación del ramal y en Mar del Plata ya se vislumbró un cambio de destino del pueblo.
La decisión y el entusiasmo del Dr. Dardo Rocha, entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, resultaron de mucha importancia cuando se habló de hacer llegar el tren a Mar del Plata. Fue ello el impulso inicial para el naciente balneario. Desde entonces, hubo ya preferencia en la clase aristocrática por venir a estas playas en verano.
Con el arribo del tren, se originó una nueva fuente de trabajo que perduraría para siempre. La distancia desde la estación a la costa -donde se alojaban los veraneantes- era larga y la calle siempre se encontraba en malas condiciones. Aparecen entonces los cocheros, con sus "bis a bis", las "berlingas" o los "charrets". Allí en esos carruajes, acomodaban los pasajeros sus maletas y ellos mismos se ubicaban para concluir con el último trayecto del viaje.
La llegada del tren a Mar del Plata, fue una gran ventaja para los pasajeros, mercaderías, correspondencia y encomiendas, porque acortó notablemente el tiempo del viaje. Pero como la estación Norte del ferrocarril quedaba bastante lejos de los lugares de hospedaje, los ricos veraneantes solicitaron que se construyera otra estación mas cercana a sus lugares de residencia. Fue así que en el año 1909 se construyó la estación llamada "Nueva", en la parte sur de la ciudad y ubicada entre las calles Alberti, Garay, Sarmiento y Las Heras (donde hoy funciona la terminal de ómnibus de larga distancia). Ello permitió, que en la estación Norte bajaran las personas de menos recursos que vivían o trabajaban por esa zona y en la estación "Nueva o Sur" llegaban los ricos veraneantes hacia las zonas de las residencias y los lujosos hoteles.
Con el tiempo, el tramo del ferrocarril que unía las dos estaciones fue levantado, porque los vecinos consideraron que entorpecía la circulación urbana. De este modo, el uso de la estación Sur o Vieja y los servicios públicos de transporte, se generalizó tanto para los turistas como para los pobladores estables.
La prolongación del ferrocarril y habilitación del recorrido total entre Buenos Aires y Mar del Plata, contribuyó a la radicación de una población laboriosa, al fomento de la agricultura regional, al fomento de la industria pesquera y a la intensificación del turismo. Fue un verdadero factor dinamizante del progreso marplatense.
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